El otro día alguien dejó una historieta sobre la mesa mientras comía. Echándole una ojeada, noté que era algo de literatura de entretenimiento, publicada por alguna empresa de refacciones automotrices y dirigida a sus clientes con fines didácticos, donde explicaban el porqué o para qué de cierta pieza del motor de un carro.
Lo que sí es que se las ingeniaron para hacer atractiva la historieta a su mercado meta al ser protagonizada por una mujer-mecánico con medidas de modelo y claro, con ropa muy diminuta. Los diálogos creo que también son muy propios, ¿no creen?
sábado, 30 de mayo de 2009
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